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¿Es inteligente utilizar el móvil como GPS?

Seguro que muchos usuarios habituales de teléfonos de oferta tienen ideas diferentes sobre el tema. Por un lado está claro que ahorrarse tener que comprar un GPS pudiendo utilizar el del móvil, suena muy apetecible, pero ¿qué problemas nos puede acarrear?


El debate...

Utilizar nuestro terminal como GPS de forma habitual acaba reduciendo la carga total de la batería de forma muy temprana. No es lo mismo utilizar el móvil para funciones diarias que no requieran mucho consumo de la batería, que tenerlo a máximo rendimiento durante una hora diaria. También nos obliga a tener que apagar otros servicios como programas de mensajería instantánea, la propia función del teléfono, la posibilidad de utilizarlo en su opción manos libres, etc.

Es más, hay muchos conductores que aseguran haber estado cerca de sufrir un accidente por el mero hecho de recibir una llamada mientras utilizaban su móvil como GPS. Muchos otros manifiestan que el GPS se desorienta (y por tanto nos desorienta a nosotros) cuando recibe una llamada de otro terminal. También hay que añadir a estos inconvenientes que dependiendo del programa GPS que utilicemos, aun los móviles actuales muestran muchos bugs o errores por falta de fiabilidad de las aplicaciones, insuficiente velocidad o memoria RAM, etc.

También se pueden observar muchas quejas de personas que aseguran perder la señal GPS con facilidad cuando utilizan el posicionamiento interno del móvil, es decir, cuando no utilizan internet, sino simplemente a través de la localización que les aporte el satélite. Esto ocurre especialmente cuando se trata de smartphone baratos. Otros problemas que hemos conocido son la falta de acoplamiento entre el móvil y el soporte que utilicemos para situarlo en la parte delantera del coche, problemas con la visualización de la pantalla cuando hay mucha luz solar o incluso dificultades para desbloquearlo porque los botones para hacerlo están situados en los laterales del teléfono sobre los que se apoya al acoplarlo al soporte.

Sin embargo, también hemos encontrado valoraciones en la otra línea. Que si dispones de un teléfono de última generación, es un gasto extra innecesario comprarse un GPS aparte, pudiendo hacer el móvil dicha función. Los que están en este bando argumentan que el GPS no es algo que en principio se utilice de forma habitual, que solo se le da uso en viajes esporádicos, escapadas, vacaciones y poco más. Por tanto, el consumo de batería no debería representar ningún problema.

En lo que se refiere al acoplamiento, se afirma que se pueden encontrar soportes válidos por un precio que ronda los 5 €. Que se puede encontrar software gratuito en la red para utilizarlo sin pagar un euro utilizando el posicionamiento interno. En cuanto a los problemas de señal, consideran que lo más inteligente es encenderlo con la suficiente antelación para que se vaya ubicando y llevar siempre un plano físico e indicaciones escritas por si acaso. También aconsejan ponerlo en modo fuera de línea o utilizar las propias opciones que nos ofrecen las aplicaciones GPS para que las llamadas no nos puedan interrumpir.

En definitiva, cada uno y cada una debe decidir si es una buena opción utilizar su teléfono inteligente como GPS o no. En cualquiera de los casos, recomendamos encarecidamente dedicar un tiempo antes de comenzar un viaje y encender el coche, para dejar colocado el dispositivo, configurada la ruta, observar que no nos entorpece la visión, ajusta el volumen y la pantalla y utilizarlo como una herramienta de orientación, no como un juego, ya que un mal uso puede costarnos incluso la vida.

Aquí tenéis una prueba de cómo sería una ruta marcada en el GPS de vuestro smartphone. Mirad el siguiente vídeo si queréis ver el funcionamiento.

 

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